Acné en la Adolescencia: Factores que Pueden Hacerlo Incrementar y Consejos para Controlarlo

El acné es una de las condiciones cutáneas más comunes durante la adolescencia y suele afectar no solo la apariencia, sino también la autoestima y bienestar de muchos jóvenes. Este artículo explora los factores que pueden empeorar el acné durante esta etapa, desde cambios hormonales hasta el uso de ciertos productos, además de brindar recomendaciones prácticas para manejar esta condición de manera efectiva.

¿Por qué es tan común el acné en la adolescencia?

Durante la adolescencia, el cuerpo atraviesa importantes cambios hormonales, y uno de los efectos secundarios de estas alteraciones es la producción excesiva de sebo (o aceite) en la piel. Esta grasa natural tiene la función de proteger e hidratar, pero en exceso puede obstruir los poros y combinarse con células muertas y bacterias, generando el ambiente perfecto para el desarrollo del acné.

El acné en adolescentes puede manifestarse en forma de puntos negros, espinillas y nódulos inflamados que suelen aparecer en el rostro, pecho y espalda. Aunque es común en esta etapa, existen factores que pueden empeorar su aparición y hacerlo más difícil de controlar.


Factores que pueden incrementar el acné en adolescentes

  1. Cambios hormonales
    La producción de hormonas como la testosterona aumenta en ambos sexos durante la adolescencia. Estas hormonas estimulan las glándulas sebáceas de la piel, aumentando la producción de grasa, lo que facilita la aparición de acné. Los cambios hormonales también se intensifican durante la menstruación en las mujeres, por lo que es común observar brotes más severos durante esta fase del ciclo.

  2. Estrés y ansiedad
    Durante la adolescencia, el estrés por la escuela, los cambios sociales y la presión de los compañeros es frecuente. Cuando el cuerpo se enfrenta a situaciones de estrés, produce una hormona llamada cortisol, que puede desencadenar un aumento en la producción de sebo. Además, el estrés afecta el sistema inmunológico, haciendo que la piel sea más vulnerable a las bacterias y los brotes.

  3. Dieta y hábitos alimenticios
    Aunque no existe una relación directa y comprobada entre ciertos alimentos y el acné, algunos estudios sugieren que las dietas ricas en alimentos procesados, azúcares y lácteos pueden contribuir a empeorar el acné en algunas personas. Estos alimentos pueden causar picos de insulina, que a su vez pueden estimular la producción de sebo.

  4. Uso inadecuado de productos de cuidado facial
    El uso de productos que no se adaptan al tipo de piel o que contienen ingredientes comedogénicos puede obstruir los poros y empeorar el acné. Además, el uso excesivo de productos agresivos o el lavado en exceso también pueden irritar la piel, eliminando su barrera protectora y haciéndola más propensa a los brotes.

  5. Mala higiene y contacto frecuente con las manos
    Tocarse la cara constantemente puede trasladar bacterias y suciedad a los poros, empeorando la situación del acné. Además, no cambiar con frecuencia las fundas de almohada, usar el teléfono móvil sin limpiar o compartir artículos personales como maquillaje también son hábitos que pueden aumentar los brotes.

  6. Uso de maquillaje y productos cosméticos inadecuados
    Algunos adolescentes usan maquillaje pesado o productos cosméticos de baja calidad que pueden obstruir los poros. Es fundamental optar por maquillaje no comedogénico y retirarlo antes de dormir para evitar que las impurezas se acumulen en la piel.


Consejos para controlar el acné durante la adolescencia

Aunque el acné es un proceso natural y común en la adolescencia, existen métodos que pueden ayudar a controlarlo y reducir su impacto:

  1. Mantén una rutina de limpieza adecuada
    Lavar el rostro dos veces al día, por la mañana y antes de dormir, es fundamental. Usa un limpiador suave y específico para tu tipo de piel, evitando productos que puedan ser demasiado abrasivos. Evita lavar el rostro más de dos veces al día, ya que esto puede irritar la piel.

  2. Usa productos no comedogénicos
    Opta por productos de cuidado facial y maquillaje que indiquen en su etiqueta que son “no comedogénicos”. Esto significa que están formulados para no obstruir los poros y reducir la probabilidad de que se produzcan brotes.

  3. Lleva una dieta equilibrada
    Aunque no existe una dieta específica que elimine el acné, es recomendable consumir alimentos frescos y naturales, evitando los productos procesados y los alimentos altos en azúcar. Algunos jóvenes encuentran beneficios al reducir el consumo de lácteos o ciertos carbohidratos, pero es importante consultar con un profesional antes de hacer cambios drásticos en la dieta.

  4. Controla el estrés
    Practicar técnicas de relajación como el yoga, la meditación o el ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés, lo que también contribuye a la disminución del acné. Dormir bien y mantener un equilibrio en la vida diaria son hábitos que pueden mejorar la salud en general, incluyendo la salud de la piel.

  5. Evita tocarte la cara
    Aunque pueda parecer difícil, trata de evitar tocar el rostro o apretar los granitos, ya que esto solo empeorará la inflamación y aumentará el riesgo de dejar cicatrices.

  6. Consulta con un dermatólogo
    En algunos casos, el acné puede ser persistente o severo, y será necesario acudir a un especialista para recibir el tratamiento adecuado. Los dermatólogos pueden recetar productos tópicos o medicamentos orales para controlar el acné y prevenir complicaciones futuras.

 

Importancia de Consultar a un Profesional

En la Clínica Maryol, entendemos que cada caso de acné es único. Nuestro equipo de especialistas en dermatología y estética evalúa cuidadosamente el tipo de piel y las necesidades de cada paciente para crear un plan de tratamiento personalizado. Ofrecemos diversos tratamientos, desde productos tópicos hasta terapias más avanzadas como la luz pulsada intensa (IPL), peelings y tratamientos de hidratación profunda para mejorar la apariencia y salud de la piel. Visítanos para obtener un diagnóstico y tratamiento específico que te ayude a controlar el acné de forma segura y efectiva.

El acné adolescente es una condición común, pero los factores que lo empeoran se pueden controlar con buenos hábitos de cuidado de la piel, una alimentación equilibrada y una gestión adecuada del estrés. La ayuda de un dermatólogo o profesional en estética, como los especialistas de la Clínica Maryol, será clave para tratar el acné de manera efectiva y prevenir cicatrices y otras secuelas a largo plazo.

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